No lo podemos negar. Claro, hay gente que lo niega, pero eso es pura ignorancia. Las redes sociales son fundamentales para la economía actual —y por venir. Lo cierto es que una sólida red de contactos es, sin lugar a dudas, tanto o más importante que los que se solían considerar como elementos importantes en modelos empresariales de hace pocos años atrás.
Al margen... ¿quieren una muestra de ignorancia? He escuchado —y más de una vez— a algunos directivos de distintas empresas que, orgullosos, vociferaban que las responsabilidades diarias que derivan de su puesto no les dejaba tiempo para participar de organizaciones técnico-profesionales, foros públicos y demás elementos que podemos encuadran en el concepto de redes sociales. Eso es acarrear modelos que hoy en día no pueden considerarse más que primitivos...
Reflexionemos sobre el tema. Si uno ve que sus «responsabilidades» cotidianas no le dejan tiempo, tendría que evaluar lo que está haciendo, pues definitivamente algo está funcionando mal: los objetivos definidos —o, lamentablemente, los no definidos—, las tareas establecidas o la forma de administrar el tiempo, entre otros factores. Un amigo experimentado, a quien respeto mucho en su persona y en sus opiniones, suele decir que si recurrentemente te falta tiempo —lo que se manifiesta en trabajar constantemente hasta cualquier hora, minimizar tu vida privada, úlceras y demás síntomas—, o vos sos un inútil o tu jefe lo es —o ambas alternativas. Esto recién puede entenderse en toda su magnitud cuando se dan cosas como tener cierta libertad e independencia para gestionar el propio tiempo o, sin esa total libertad, estar bajo una línea vertical de jefes profesionales y que saben lo que hacen.
En fin, no es este el tema principal a tratar, sino lo de las redes sociales. Esto no es ninguna novedad. Si bien en tiempos de Internet se hace mucho más simple esto de interconectarse, miembros de organizaciones como The Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE) lo tenemos más que claro, al menos en este caso desde 1884. Pero ahora, además y en especial, está Internet con sus listas de distribución de correo, foros, comunidades virtuales, grupos de interés, mensajería instantánea, servicios de redes sociales y blogs. Esto es de aprovechar, sin dudarlo.
Les cuento otro caso de ignorancia. En cierta oportunidad, hace tiempo ya, me llamaron de una empresa con la intención de contratarme. En entrevista con la «especialista en recursos humanos», me preguntó sobre mis actividades en el IEEE, las que suelo mencionar en mi Curriculum Vitae. Bueno, en realidad no sobre mis actividades —gracias a las cuales me pude entrenar en cuestiones como liderazgo y relaciones interculturales, además de establecer una fuerte red de contactos en todo el mundo—, sino sobre el tiempo que las mismas me llevaban... En definitiva, huí despavorido ante tal demostración de desconsideración hacia lo que yo pueda hacer en mi tiempo, hacia mi capacidad de cumplir objetivos —me desagrada la falta de visión de las empresas que pagan por «calentamiento de sillas»—, hacia lo que estimaban como importante para desempeñarme correctamente y, en definitiva, hacia la importancia de las redes sociales: no tuvieron la dicha de contarme entre sus colaboradores. Además, esta «especialista» me estaba dando el mensaje de que realmente le importaba un bledo que yo tenga vida privada aunque, como es obvio, yo la aproveche para el bien de mi función profesional y, en consecuencia, de la empresa para la cual trabaje. Vergonzoso para la «especialista» y para la empresa, y lamentable el impacto que esto tiene en su imagen marca —pueden imaginarse lo que yo pienso de esta empresa desde entonces...
Sugiero a los postulantes que, en estos casos de falta de respeto, consideración y criterio, se olviden de estas empresas y pasen a otra cosa. Es importante aprender a interpretar estos mensajes. En tiempos en que la economía funciona de otra forma, estas manifestaciones sólo demuestran que la empresa no sería sostenible en el largo plazo y que ser creativo para intentar mejorar las cosas sería, muy probablemente, inútil y problemático —sólo dolores de cabeza, sin posibilidades serias debido a una marcada e insalvable entropía.
He tenido la oportunidad de estar más de una vez en cargos directivos; incluso, más de una vez al frente de una empresa. Cuando estuvo en mi poder la decisión, la empresa nunca pagó por calentar sillas, la gente siempre participó del negocio y se le dio muchísima importancia a las redes sociales. Una de las evaluaciones que me interesan para nuevos cargos es la ponderación del nivel de participación en redes sociales de los postulantes, lo cual garantiza contactos, capacidad de acceder a aliados estratégicos, proveedores, clientes, personal y asesores, capacidad de acceder a conocimiento de primera mano y un amplio etcétera. Como consultor, entre otras cosas, suelo sugerir este planteo a mis clientes.
Les recomiendo algunas lecturas sobre el tema. En el artículo «La Lógica de la Abundancia», Juan Urrutia Elejalde arguye que...
«... el pleno desarrollo de la lógica de la abundancia que subyace en la nueva economía y está asociada al efecto red, nos llevará a una situación límite (de competencia perfecta) en donde las estrategias típicas de tomar la posición o establecer un estándar no son practicables, en donde fidelizar a la clientela es imposible y en donde formar a la plantilla en las TICs es no aconsejable de forma que clientes y empleados deben dejar de ser considerados como tales y pasar a ser verdaderos colaboradores de la empresa. Asimismo, se sugiere que la política de la competencia debe ser revisada en el sentido de facilitar el tamaño de aquellas empresas que por ambición y miopía no se reprimen a la hora de explotar el efecto red.»
Nueva economía... Nueva economía que ya no es tan nueva y, a pesar de ello, aún hace falta que las mentalidades tradicionales se adapten a ella para poder construir a partir de dicha adaptación.
Por otro lado, Alejandro García Macías de la Universidad de Aguascalientes, México, escribió en la revista Redes un artículo titulado «Redes Sociales y Clusters Empresariales», el cual recomiendo.
Allá por 2001, en Papeles de Población, una publicación del Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población de la Universidad Autónoma del Estado de México en Toluca, Manuel Castells Castells volcó en texto una conferencia que diera en el artículo «La Ciudad de la Nueva Economía», en el que habla sobre esta economía del conocimiento, la economía global, Internet, las redes sociales, el papel de las ciudades, el conocimiento y las universidades.
También recomiendo la lectura de «La Sociedad Civil en la Economía del Conocimiento: TICs y Desarrollo Socio-Económico» por Susana Finquelievich —a quien creo haber conocido hace unos cuantos años en Buenos Aires, estando yo trabajando en un programa del Banco Mundial en el Ministerio de Cultura y Educación de la República Argentina, aunque supongo que no debe recordarme.
Por último, sugiero aprovechar las herramientas que nos da Internet, las organizaciones técnico-profesionales y las cámaras empresariales. Por el lado de Internet, además de los blogs y las comunidades virtuales, existen sistemas como LinkedIn u Orkut. Como ven en los enlaces, poseo usuarios en ambos, pero en lo personal prefiero Orkut. Permite cosas como:
- gestionar la relación con mis contactos,
- relacionarme con los contactos de mis contactos,
- relacionarme con nuevos contactos a través de comunidades de intereses particulares...
martes, 12 de septiembre de 2006, 8:55:00 a. m. ART
Pablo, no puedo estar más de acuerdo. En los casos de ignorancia siempre me ha fascinado la complementariedad entre la asunción de obviedad que manifiesta la gente y la total ausencia de desempeño real a la hora de la verdad. Mucha verdad de perogrullo y poca acción.
miércoles, 13 de septiembre de 2006, 9:01:00 p. m. ART
Pablo,sobre la importancia de las redes sociales, señalas que :
"Claro, hay gente que lo niega,
pero eso es pura ignorancia."
Y también:
"Eso es acarrear modelos que hoy en día no pueden considerarse más que primitivos.."
Pienso que las modificación de los paradigmas no pueden ser facilmente apreciadas por las personas, y por eso el acarrear modelos es lo normal.Pocos pueden darse cuenta de los cambios.
Por ello no lo calificaría de ignorancia o primitivo.
Saludos,
miércoles, 13 de septiembre de 2006, 10:02:00 p. m. ART
Diego: Gracias por el comentario, el cual es muy cierto. Recuerdo un caso de una empresa con muchos problemas de este tipo —y otros— que se limitaba a hacer análisis de lo que ocurría y sólo preocuparse por el cumplimiento —y los inconvenientes por no cumplimiento— del día a día, que se debían a una falta de planificación seria a largo plazo. Lo gracioso del caso es que se auto-calificaban de "sobre-diagnosticados".
Adrián: Gracias por tu comentario. Entiendo tu punto, pero veamos... "Ignorancia" es "falta de ciencia, de letras y noticias, general o particular" (Diccionario de la Real Lengua Española); nótese que remarco lo de "particular", marco en el cual aplica. En el caso de "primitivo", aunque pueda sonar algo duro —lo reconozco—, invoco a la cuarta acepción en la misma fuente, la cual dice "rudimentario, elemental, tosco"; creo que dichos modelos, que están desactualizados, sí cuadran en esta definición, le pese a quien le pese. Sabemos que ningún modelo es perfecto, pues por definición están todos intrínsecamente equivocados. Sin embargo, algunos sirven y, para que sirvan, deben ir adaptándose a los tiempos que corren. Entiendo que el cambio no es fácil, por supuesto, pero una de las características que debería tener cualquier gerente profesional es adaptarse fácilmente, sin la cual no debería llamarse gerente.
domingo, 3 de junio de 2007, 12:15:00 p. m. ART
Hasta el momento, de entre los sistemas de interconexión de contactos que he podido probar, estoy teniendo particular preferencia por uno que me recomendó en su momento Martín Varsavsky: XING. Tiene muchas herramientas, como manejo de la red de contactos, búsquedas avanzadas, mensajes, grupos de interés, eventos, "marketplace" —algo nuevo que, por ahora, tiene sólo habilitada la oferta y demanda de empleo, pero que pronto tendrá intercambio comercial de bienes y servicios. Destaco, además, su usabilidad, muy bien diseñada. Es mutilingüe y te permite hacer contactos directos sin trabas como en otros sistemas. Los invito a inscribirse y integrar mi red de contactos.
viernes, 8 de junio de 2007, 12:40:00 a. m. ART
Pablo muy interesane tu articulo, tocas muchos puntos algidos, el manejo del tiempo entre ellos.. creo que debemos estar a tono con lo que se esta viviendo en estos tiempos y aprovechar de una mejor manera estas redes sociales, yo apenas empezando a incursionar en ellas, y las he encontrado muy agradables y sobre todo utiles.
Muy bueno como escribes y muy claro tu punto de vista, queda uno totalmente ilustrado, GRACIAS!
Luz Angela